Iglesia de Wambo
Una nueva mirada al Nuevo Testamento (Estudio Bíblico)
Bienvenidos a una comunidad espiritual arraigada en las enseñanzas místicas de Cristo, una que va más allá de la tradición para redescubrir el camino sagrado del despertar interior. Mientras que muchas iglesias se centran en sistemas de creencias externas y credos institucionales, nosotros caminamos por un camino diferente, uno guiado por la luz de la gnosis, el conocimiento directo y experiencial de lo Divino.
Nuestra misión es develar el mensaje más profundo de Jesús, tal como se revela no solo en los Evangelios canónicos, sino también en la sabiduría antigua preservada en los textos de Nag Hammadi, incluido el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Felipe y otros ocultos durante mucho tiempo de la corriente principal. Creemos que Cristo no vino para comenzar una religión, sino para despertar la chispa divina dentro de cada uno de nosotros, para mostrar el camino de regreso a la unidad con el Padre de la Luz.
Aquí, buscamos la verdad más allá del dogma. Honramos el misterio de Dios no a través de creencias rígidas, sino a través de la transformación personal, la exploración interior y la visión sagrada. Enseñamos que la salvación no es una declaración de una sola vez, sino un viaje de recordar quiénes somos realmente: almas eternas temporalmente vestidas de materia.
Nuestras reuniones combinan las Escrituras, la contemplación, la discusión y el ritual simbólico para crear un espacio para un encuentro espiritual genuino. Ya sea que sea un buscador, un erudito o un alma en transición, es bienvenido aquí. Sin juicio, sin vergüenza, solo la invitación a mirar hacia adentro, despertar y regresar.
No estamos atados por líneas denominacionales o conflictos históricos. Somos una iglesia para los místicos, los incomprendidos y los espiritualmente curiosos, aquellos que anhelan algo más que respuestas superficiales. Juntos, seguimos el camino angosto del que habló Cristo, confiando en que el Reino no se encuentra en edificios o doctrinas, sino dentro.
Vicio e inmoralidad
La iglesia tiene una posición matizada sobre el vicio y la moralidad, viendo el pecado no solo como una transgresión contra la ley divina, sino como un error de juicio. Tradicionalmente, el pecado abarca vicios como el orgullo, la codicia, la ira, la envidia, la lujuria, la gula y la pereza. Si bien estas actividades pueden ser parte de la experiencia humana, la iglesia enfatiza el daño potencial que pueden representar cuando no se controlan. Los errores de juicio son generalizados en la sociedad contemporánea, y a menudo se manifiestan a través de actos como la indulgencia excesiva en el sexo, el juego, las drogas, la comida, la venganza, etc. Si bien estas actividades pueden no parecer todas dañinas para los demás, la iglesia advierte que aquellos que se involucran en ellas pueden sufrir efectos perjudiciales en su bienestar e integridad moral. Al reconocer los pecados como errores, la Iglesia insta a las personas a buscar un camino de virtud, alentando la reflexión sobre las consecuencias de sus elecciones.


En los primeros años después de la muerte de Jesús, Pablo emergió como una figura fundamental, introduciendo un nuevo evangelio, una nueva religión que se conoció como catolicismo. Afirmó audazmente en Gálatas que sus enseñanzas fueron reveladas divinamente, afirmando: "Quiero que sepan, hermanos y hermanas, que el evangelio que prediqué no es de origen humano. No lo recibí de ningún hombre, ni me lo enseñaron; más bien, lo recibí por revelación de Jesucristo", Gálatas 1:11. Esta afirmación, hecha apenas siete años después de la crucifixión de Jesús, posicionó a Pablo como un profeta autoproclamado, atrayendo tanto seguidores como escepticismo. Además, advirtió de las terribles consecuencias para aquellos que se desviaran de su mensaje, declarando: "Aunque un ángel del cielo predique un evangelio distinto al que les predicamos, ¡que estén bajo la maldición de Dios!". Esta postura ferviente contribuyó a una tendencia preocupante en la que los cristianos comenzaron a perseguirse unos a otros por no conformarse a las revelaciones de Pablo, sembrando la discordia en la iglesia primitiva y marcando una brecha significativa en las creencias cristianas que finalmente condujo a la inquisición.
Creemos en las enseñanzas de Jesús
Nos aferramos firmemente a las enseñanzas de Jesús, encontrando guía y verdad en sus palabras. A diferencia de algunas interpretaciones, nosotros no aceptamos el evangelio presentado por Pablo. En Mateo 7, Jesús advierte contra los falsos profetas y enfatiza que no todos los que lo invocan entrarán al reino de los cielos. Solo aquellos que verdaderamente siguen la voluntad del Padre serán aceptados. Muchos pueden reclamar sus obras en Su nombre, profetizando, expulsando demonios y realizando milagros, pero a ellos, Él les dirá: "Nunca os conocí. ¡Apártense de mí, malhechores!" Estas enseñanzas nos desafían a reflexionar sobre nuestra fe y nuestras acciones, asegurándonos de que se alineen con la verdadera esencia del mensaje de Jesús.
Salvación
En una ocasión, un experto en la ley se puso de pie para poner a prueba a Jesús. "Maestro", preguntó, "¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?"
"¿Qué está escrito en la Ley?", respondió. —¿Cómo lo lees?
Él respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y 'Ama a tu prójimo como a ti mismo'".
"Has respondido correctamente", respondió Jesús. "Haz esto y vivirás". Lucas 10:25-35
Conclusión
Muchos cristianos me han dicho: "Si uno cree en Jesús, es salvo y vivirá para siempre en el Cielo con el Señor". Esa es la enseñanza de Pablo. Es bien sabido que incluso Satanás y los demonios creen en Jesús.
En Mateo 7:13 Jesús nos dice: "Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ella. Pero pequeña es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y solo unos pocos la encuentran".
Mateo 7:21-23 "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Entonces les diré claramente: 'Nunca los conocí. ¡Apartaos de mí, malhechores!'

Learn about Angels
Ángeles: Mensajeros Divinos y Seres Celestiales
A lo largo de la historia y en diversas tradiciones religiosas y culturales, los ángeles han sido representados como mensajeros divinos, guardianes y seres celestiales que actúan como intermediarios entre Dios y la humanidad. Estas figuras etéreas suelen estar asociadas con la luz, la pureza y la sabiduría, sirviendo como símbolos de esperanza, protección y guía divina. Ya sea como guerreros de justicia, portadores de revelaciones importantes o guías compasivos, los ángeles ocupan un lugar venerado en la teología cristiana, así como en otras religiones abrahámicas y creencias espirituales.
La Naturaleza y Propósito de los Ángeles
En la tradición cristiana, los ángeles son considerados seres espirituales creados por Dios para cumplir Su voluntad divina. A diferencia de los humanos, se cree que son inmortales y libres de pecado, existiendo en un reino celestial mientras intervienen ocasionalmente en asuntos humanos. La Biblia describe varios roles para los ángeles, desde anunciar eventos significativos hasta brindar consuelo y protección. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, los ángeles aparecen ante figuras como Abraham, Moisés y Daniel, ofreciendo orientación y cumpliendo órdenes divinas. En el Nuevo Testamento, el ángel Gabriel entrega la noticia del nacimiento de Jesús a la Virgen María, reafirmando su papel como mensajero de Dios.
También se cree que los ángeles sirven como protectores de individuos y naciones. El concepto de ángeles guardianes está ampliamente aceptado, sugiriendo que cada persona tiene un ángel asignado para velar por ella. Esta creencia proporciona una sensación de seguridad y presencia divina en la vida cotidiana. Además, los ángeles desempeñan un papel importante en la batalla espiritual entre el bien y el mal, como lo demuestra el arcángel Miguel liderando los ejércitos de Dios contra Satanás en el Libro de Apocalipsis.
La Jerarquía de los Ángeles
La teología cristiana, particularmente dentro de las tradiciones católica y ortodoxa, clasifica a los ángeles en un orden jerárquico. Esta clasificación se basa en gran medida en los escritos de los primeros estudiosos cristianos, como Santo Tomás de Aquino, quien describió los “Nueve Coros de Ángeles”. Estos coros se dividen en tres esferas:
- Primera Esfera (Más cercana a Dios): Serafines, Querubines y Tronos. Estos ángeles adoran y glorifican a Dios, siendo los Serafines los de mayor rango, descritos como seres de inmensa luz y fuego.
- Segunda Esfera: Dominaciones, Virtudes y Potestades. Estos ángeles gobiernan el orden natural y supervisan el funcionamiento del universo.
- Tercera Esfera (Más cercana a los humanos): Principados, Arcángeles y Ángeles. Este grupo incluye a los ángeles guardianes y mensajeros como Gabriel y Miguel, quienes interactúan directamente con la humanidad.
Ángeles en Diferentes Creencias Religiosas y Culturales
Si bien el cristianismo tiene una comprensión bien definida de los ángeles, existen seres similares en otras religiones y culturas. En el judaísmo, los ángeles sirven como mensajeros de Dios, apareciendo frecuentemente en la Torá y la literatura rabínica. En el islam, los ángeles son una parte fundamental de la creencia, con figuras como Yibril (Gabriel) entregando revelaciones al Profeta Mahoma. Otras tradiciones, incluidas el zoroastrismo y varias creencias esotéricas, también representan a los seres angélicos como ayudantes divinos y fuerzas cósmicas del bien.
Más allá de la religión, los ángeles han capturado la imaginación de artistas, escritores y cineastas. Desde pinturas renacentistas que representan serafines alados hasta literatura y películas modernas que exploran su papel como guardianes sobrenaturales, los ángeles continúan inspirando asombro y curiosidad.
Conclusión
Los ángeles siguen siendo un símbolo profundo y duradero de fe, esperanza e intervención divina. Ya sea como protectores, mensajeros o guerreros, su presencia en los textos religiosos y las narrativas culturales refuerza el anhelo de la humanidad por orientación y consuelo en tiempos de incertidumbre. Aunque su verdadera naturaleza sigue siendo un misterio, la creencia en los ángeles continúa brindando tranquilidad e inspiración a quienes buscan una conexión más profunda con lo divino.
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